Sientes que no puedes, corres, sales de tu escondite y miras a tu alrededor cegado por la luz e intentas buscar a alguien a quien decírselo, tus ganas emanan cual hálito fresco del hielo en estado de sublimación. Ves que no encuentras a nada ni a nadie que sea tan especial para recibir ese Te quiero tan especial. Te giras y vuelves a donde habías salido, echas una última mirada hacia atrás sin mucha esperanza y ves que sigue sin haber nada... Ahora vuelves concluyendo y cerrando las puertas y no vuelves a salir. ¿ Qué clase de persona escribe esto ?... Alguien que ha cometido tantos fallos que estúpidamente no puede reparar que la salvación queda lejos, tanto que ya nada ni nadie le dará aquel placer de abrazarla y hacerle sentir tan especial. A veces desearía acabar con todo de golpe... Pero no soy un cobarde. Si he de buscarlo otra vez, así pues, se hará. Pero créeme que preferiría estar ahora abrazado a ella y no porque sería el camino fácil, no. Sino porque por desgracia aún sigo enamorado... Enamorado de algo que ya nunca volverá a suceder. Pero siempre me quedará vida por delante... ¿no? Una promesa, es una promesa. Y sabes a lo que me refiero... :)
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