http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=BmEhO1OiEkY
Traza una línea dibujándola con esmero y delicadeza, que pinte de arcoiris un cielo lúgubre de escasos claros... aclara el alquitrán que flota sobre su mar y sumérgete en luz en un bosque de terror que atormenta a sus propios habitantes... Limpia ese mal que hay en mi ... No sabes cuánto me perturba sufrir el dolor incipiente e infecto que se propaga lento pero imparable... Pálialo con tu sonrisa, tu voz, tu calor... De una maldita vez...
Esa caricia de realidad, donde tu estela se aleja y mis manos inútilmente intentan atrapar ese vestigio de tu realidad, desvaneciéndose entre mis dedos, torpes e incapaces de conseguirlo. Manchando el aire que me rodea de veneno incipiente en mi, marchitando la flor que una vez pude acariciar, la cual no me importaba tocar aun peligrando a cortarme con sus espinas, era capaz de soportar la carga de las heridas que me causaría... Pero nunca supe si sería capaz de soportar que te fueras marchitando por mucho cuidado que te diera, o por más empeño que te dedicase... Al final uno acaba apegándose a aquello por lo que siente amor, cariño, aprecio... Y hasta que llegue un hecho desafortunado intenta aprovecharlo, pero... ¿Qué pasa si no te da tiempo a aprovecharlo? Si el momento para aprovecharlo siempre se pospone por métodos insalvables de distancias impasivas que manchan la luz de nuestro contorno.
En este mundo que tantas posibilidades recrea, que tantas oportunidades de ser feliz o triste brinda... Y uno se parte el alma por hacer crecer y hacer felices a otros... ¿Qué mal hice para ser incapaz de conseguir un cariño y una belleza en su persona comparable al amor que yo entrego? No es una pregunta que tenga una respuesta, pues solo la vida es capaz de responderla... Pero quizás en algún momento, rezo para que ella se de cuenta, si así lo cree conveniente... Cuánto estaría dispuesto a dar por ella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario